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martes, 18 de enero de 2011

En mi pantalla: monólogos de cine (II)

Wilson, en Náufrago
 "Los dos echamos cuentas. Kelly llego a una conclusión, supongo, que tenía que olvidarme, y yo también, que la había perdido, porque nunca podría salir de aquella isla, moriría allí totalmente solo. Me pondría enfermo, me haría daño con cualquier cosa.
Lo único que podía elegir, lo único que podía controlar era el cómo, el cuándo y dónde iba a pasar, así que, fabriqué una cuerda, y subí hasta aquella cima para ahorcarme, pero tenía que probarlo, claro, ya me conoces... y el peso del tronco rompió la rama del árbol, así que, ni siquiera pude matarme como deseaba, no tenía poder sobre nada.
Fue entonces cuando una sensación me envolvió como una cálida manta. De algún modo entendí que tenía que sobrevivir, como fuera, tenía que seguir respirando, aun sin motivo para la esperanza, la lógica me decía que no volvería a ver este lugar de nuevo. Y eso es lo que hice, sobreviví, seguí respirando, y un día esa lógica resultó estar equivocada, porque la marea trajo una vela con que navegar, y aquí estoy, de vuelta, en Memphis, hablando contigo, tengo hielo en mi vaso y he vuelto a perderla otra vez. Estoy muy triste por no tener a Kelly, Pero me alegro de que estuviera conmigo en aquella isla. Y ahora se lo que debo hacer, seguir respirando, porque mañana volverá a amanecer, y quien sabe que traerá la marea."

Chuck Nolan (Tom Hanks), en Náufrago (1999)

1 comentario:

Anónimo dijo...

hay casi lloro cuando pierde a wilson