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domingo, 30 de enero de 2011

Colaboraciones: Librería Orpheus



Os traigo noticias. El blog de 'Librería Orpheus' me ha pedido que colabore en su sitio web comentando algunas de las últimas películas que vaya viendo últimamente y yo, como soy un chico obediente, no me he podido negar. Allí podréis encontrar críticas literarias, así como recomendaciones y debates sobre los últimos títulos que aparecen en el mercado. También están abriendo sus brazos al mundo del cine y de la música, así que espero que haga las delicias de muchos de vosotros.

Espero que os guste.

¡Un saludo!

P.D.: La primera, aquí.

martes, 18 de enero de 2011

En mi pantalla: monólogos de cine (II)

Wilson, en Náufrago
 "Los dos echamos cuentas. Kelly llego a una conclusión, supongo, que tenía que olvidarme, y yo también, que la había perdido, porque nunca podría salir de aquella isla, moriría allí totalmente solo. Me pondría enfermo, me haría daño con cualquier cosa.
Lo único que podía elegir, lo único que podía controlar era el cómo, el cuándo y dónde iba a pasar, así que, fabriqué una cuerda, y subí hasta aquella cima para ahorcarme, pero tenía que probarlo, claro, ya me conoces... y el peso del tronco rompió la rama del árbol, así que, ni siquiera pude matarme como deseaba, no tenía poder sobre nada.
Fue entonces cuando una sensación me envolvió como una cálida manta. De algún modo entendí que tenía que sobrevivir, como fuera, tenía que seguir respirando, aun sin motivo para la esperanza, la lógica me decía que no volvería a ver este lugar de nuevo. Y eso es lo que hice, sobreviví, seguí respirando, y un día esa lógica resultó estar equivocada, porque la marea trajo una vela con que navegar, y aquí estoy, de vuelta, en Memphis, hablando contigo, tengo hielo en mi vaso y he vuelto a perderla otra vez. Estoy muy triste por no tener a Kelly, Pero me alegro de que estuviera conmigo en aquella isla. Y ahora se lo que debo hacer, seguir respirando, porque mañana volverá a amanecer, y quien sabe que traerá la marea."

Chuck Nolan (Tom Hanks), en Náufrago (1999)

viernes, 14 de enero de 2011

Estímulo y salivación (Tacones condicionados)

Conchita 
    Enero de 2011. Estamos en el centro del invierno y sin embargo hace un día de sol en la cara y cerveza en la mano. Hoy es viernes, nos lo podemos permitir. Hoy voy con Conchita, la nueva perra de la casa. Pequeña, canela, tímida... un solete. Intento imitar al 'encantador de perros' de cuatro para conseguir educarla, pero no me sale. De momento sólo hemos conseguido que entre en el ascensor sin que haya que arrastrarla, aunque a cambio de salchichas por supuesto. Sólo una pega: ahora se piensa que mis dedos son salchichas y cada vez que sube al ascensor se los intenta comer. "Bueno, ya se le pasará..." pienso yo.
El caso es que observando el comportamiento de Conchita me puse a pensar en una serie de experimentos que me habían comentado sobre Iván Pávlov y sus canes:
      Este filósofo ruso observó que sus perros salivaban cuando se ponía un alimento en su boca, pero también observó que hacían lo mismo cuando veían u olían la comida, incluso cuando veían a la persona que normalmente los alimentaba. Entonces intentó conseguir lo mismo con un estímulo totalmente externo. Así que, cada vez que iba a alimentar a sus perros, hacía sonar una campana (estímulo neutral) y posteriormente presentaba comida ante el animal (estímulo condicionado). Repitió esta secuencia durante semanas y consiguió que sus perros, con tan solo escuchar el sonido de la campana, empezasen a salivar. Entonces, la respuesta había quedado condicionada a un estímulo que no había podido producirla previamente (la salivación del perro ante la comida es una respuesta incondicionada; la salivación tras oír la campana es una respuesta condicionada). Es decir, el estímulo neutro se había convertido en un estímulo condicionado.
    Y digo yo que será que a veces sacamos el perro que llevamos dentro porque ¿a cuántos hombres habéis visto 'salivar' con tan solo escuchar el sonido de unos tacones sobre el acerado?

miércoles, 12 de enero de 2011

En mi pantalla: monólogos de cine (I)



"¿Conocen este chiste?:
Dos mujeres de edad están en un hotel de alta montaña y dice una: "¡Vaya, aquí la comida es realmente terrible!", y contesta la otra: "Sí, ¡y además las raciones son tan pequeñas!". Pues básicamente así es como me parece la vida, llena de soledad, histeria, sufrimiento, tristeza y sin embargo se acaba demasiado deprisa."



Woody Allen en 'Annie Hall' (1977)

Sonando... : Toteking - Empezamos